martes, 23 de septiembre de 2008

Las competencias en los ejecutivos del siglo XXI



El nuevo escenario de las organizaciones, definido principalmente por el rápido y constante avance tecnológico y la globalización económica y social, trae consigo que las empresas hayan tenido que transformarse para adaptarse a estos tiempos de una mejor manera y seguir siendo competitivas. El talento y la innovación han pasado a ser activos muy demandados por aquellas organizaciones que buscan el éxito en un entorno dinámico, las cuales se han visto obligadas a romper esquemas culturales, organizacionales y de gestión tradicionales.En ese contexto, la gestión por competencias está tomando cada vez mayor importancia como herramienta de desarrollo empresarial, en donde se entiende que las personas dentro de una organización son seres complejos que se desenvuelven en contextos diversos. Por lo tanto, deben estar preparados para responder de acuerdo con las necesidades del momento, sin olvidar que también deben estar preparados para enfrentar los objetivos futuros de la organización en su conjunto.Las competencias correctas fomentan que el trabajador sea el apropiado para un puesto determinado, se relacione correctamente con sus compañeros, además de que ejecute las tareas de manera eficiente y eficaz, y así destaque sobre sus pares. Sin embargo, es bueno recordar que no existe un universo de competencias estandarizadas y únicas. Las competencias se describen por medio de comportamientos o por conductas observables, las cuales son producto de los conocimientos, las habilidades y las actitudes de una persona. No hay que olvidar esta conformación tripartita, pues muchos creen que solo se trata de las actitudes y dejan de lado el conocimiento y las habilidades; o, por el contrario, se concentran en estas dos últimas y le restan importancia a las actitudes. Las competencias generalmente se describen para cada nivel jerárquico dentro de la organización; por ejemplo: alta gerencia, gerencia media y niveles operativos.En la última Asamblea Anual del Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración (CLADEA), realizada en octubre de 2007 en los Estados Unidos, se tuvo la oportunidad de discutir sobre el perfil del ejecutivo que las empresas requieren en un mundo globalizado. En tres diversos paneles, uno integrado por gerentes generales, otro por líderes de recursos humanos y el tercero por headhunters, se mencionaron competencias que nos pueden hacer reflexionar sobre las demandas del mundo empresarial y sobre la formación de los futuros líderes empresariales.En dicha asamblea, los representantes de compañías como HP, Burger King, Kraft, KPMG, AT&T, Motorola, Fedex, Marsh, Kelly & Partners, Egon Zehnder International, Korn Ferry y Vichaux & Partners, destacaron las siguientes competencias:• Perspectiva global. Se refiere al hecho de poseer mente abierta y sentido de la aventura. Estas compañías requieren que los profesionales se encuentren “listos para irse”, que estén dispuestos a viajar y emprender retos en nuevas ciudades, bajo nuevas culturas.• Liderazgo. Aquí destacan las cualidades de saber escuchar, delegar y tomar decisiones.• Comunicación. Si bien se mencionó la importancia de la comunicación oral, se destacó la necesidad de contar con ejecutivos que se comunicaran por escrito adecuadamente. Los diferentes panelistas coincidieron en la necesidad de encontrar personas capaces de transformar un argumento complejo en uno simple; así como, de transmitirlo adecuadamente.• Trabajo en equipo. Las empresas reconocen que en un mundo tan competitivo es necesario premiar el desempeño. Sin embargo, tienen especial cuidado en que se fomente el reconocimiento de logros que son fruto de un trabajo en equipo, en los cuales la colaboración entre los miembros de las áreas e incluso entre distintos departamentos de la empresa sea una constante. Los nuevos perfiles contemplan no solo la capacidad de trabajar en equipo de manera presencial, sino también virtual. • Orientación al cliente. Se buscan personas capaces de anticiparse a las necesidades de los clientes, que dirijan todos sus esfuerzos a satisfacer al cliente externo y al interno. En este sentido, se requieren personas que solucionen problemas.Una mención especial merece el tema de los valores. Todos los representantes de las empresas mencionaron que los valores son fundamentales, razón por la cual forman parte de las competencias solicitadas a sus candidatos. Las faltas éticas detienen las carreras profesionales de sus colaboradores.Cabe mencionar que tanto la empresa, que busca a un candidato ideal, como el candidato deben asegurarse de que al incorporarse a la empresa el individuo encajará en la cultura organizacional. Por ello, la adaptabilidad es otra de las competencias que se debe desarrollar.Los jóvenes que se insertan en el mercado laboral probablemente cuenten con algunas de estas competencias, porque las han venido desarrollando en los diferentes programas de formación que el mercado ofrece. Sin embargo, es importante tener en cuenta que cada persona debe conocerse y autoevaluarse para detectar cuáles son sus competencias por desarrollar. En este sentido, una vez identificados los factores por mejorar, se pueden aplicar mecanismos –como el coaching o talleres especializados– para mejorar las competencias requeridas. Algunas veces el simple y sencillo compromiso personal con una dosis de autodisciplina de la mano puede generar el desarrollo de ciertas competencias como, por ejemplo, la comunicación.El perfil del ejecutivo que requieren las empresas del siglo XXI no le resta importancia al desempeño académico y a los diversos conocimientos que se pueden ir adquiriendo a lo largo de la vida. Sin embargo, contrariamente a lo que sucedía hace unas décadas, las habilidades blandas ocupan un lugar preponderante para elegir al candidato ideal y para trazar su línea de carrera y permanencia en una empresa.

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